España ha sido denunciada por la UE por no aplicar la directiva contra el blanqueo del dinero sucio, aprobada en 2005. En tres años, el gobierno no ha podido controlar el dinero manchado, igual que redujo la actividad de los inspectores de Hacienda. Prefieren el descontrol suponemos que por aquello de «a rio revuelto, ganancia de pescadores».

Y se preparan, aprovechando que Solbes va a disponer de 100.000 millones de euros para premiar amigos y castigar adversarios. El País señalaba la absoluta falta de control que el Ejecutivo ha impuesto en el decreto ley sobre las ayudas y avales al sector bancario. Cuando es imprescindible un férreo control político y absoluta transparencia sobre como se maneja ese dinero, de todos los españoles, el Gobierno opta por lo contrario.

El propio Zapatero anunciaba , apenas veinte dias despues de afirmar que teniamos el mejor sistema bancario, las «probables» fusiones y su colaboración en ellas. El PSOE de Andalucia y el PNV respondian entusiasmados ante la posibilidad de sumar más poder al que ya tienen, de ocultar su manejos y multiplicarlos.

Y, mientras, los obreros despedidos de Nissan piden el mismo trato que el Gobierno ofrece a los bancos.